¿Sabías que nuestra constitución fisiológica humana que contenemos más del 75 % de nuestro cuerpo es agua?
¡Nuestros cuerpos son acuosos! por lo que nos puede afectar el magnetismo que se ejerce entre la Luna, La Tierra y el Sol. Por lo tanto, cuando la luna hace su recorrido por las cuatros fases en su giro alrededor del planeta Tierra, también está influyendo sobre nuestros estados de ánimo y emociones.
En la luna nueva, notarás que estás más motivado a emprender nuevos proyectos, a vivir nuevas situaciones. Esta fase está relacionada con el crecimiento, con el desarrollo, porque su energía es de iniciación, de comenzar de nuevo, de que todo es posible.
Durante la fase creciente, las cosas comienzan a fluir de manera más acelerada, en el sentido efectivo, se da con mayor facilidad los proyectos. El ánimo es sumamente positivo, de fuerza de voluntad, de determinismo para la acción.
Luego, llegada de la luna llena hay mayor apertura y receptividad energética, a la creatividad, a la intuición y la iluminación, se facilitan la obtención de mayores aciertos, esta fase está relacionada al éxito en las distintas áreas de la vida. Esta fase lunar es de esplendor.
Bajo el efecto lunar de la fase menguante, se suscitan temores, miedos y angustias. ¡Cuidado con esta fase lunar! porque es la etapa de terminar una relación, alejarse, tomar decisiones de dejar atrás lo que te impide avanzar, es el ciclo de cierre o de culminación.
¡La luna es una potencia energética, siente su influjo!