¿Sabías que nosotros somos parte de los cuatro elementos: fuego, agua, aire y tierra y que también son los cuatro elementos del Tarot? Cada uno de ellos están representados en los cuatro palos del Tarot: bastos, copas, espadas y oros.
Los bastos son cartas activas y se relacionan con el elemento fuego que representa, el entusiasmo, la pasión, la confianza, la vitalidad, la iniciativa, el calor, la luz, las ideas, además de la creatividad y el ámbito sexual.
El palo de copas es receptivo, por lo tanto la energía de sus cartas, corresponden al elemento agua que marca la versatilidad y significa la percepción, sentimientos, emociones, imaginación, intuición, la necesidad de querer y ser querid@ y es el elemento más sensible.
Las espadas pertenecen al elemento aire, cuya naturaleza es activa por su acción de transportar todo, entraría dentro del aire lo volátil, como la comunicación, la expresión y el transporte. Es un palo muy dinámico y de mucho movimiento, otras características que presentan son: la racionalidad, la inquietud intelectual, la capacidad de análisis, de procesos mentales y de conflictos cuando no están dignificados.
El palo de oros concierne al elemento tierra, está comprendido por el sentido práctico, la estabilidad y el equilibrio, lo material, el dinero y la seguridad y la riqueza material, también marca el trabajo o los negocios, la perseverancia, la capacidad resolutiva y el dominio del mundo material.